Destinar un rincón de la casa para crear un espacio de trabajo puede ser una idea que reporte ciertas ventajas. En viviendas en las que los metros cuadrados no abundan es importante rentabilizar al máximo el espacio, por lo que hoy te mostramos una propuesta para crear un pequeño despacho.
Un espacio de trabajo en casa puede ser útil tanto para los grandes como para los pequeños, quienes encontrarán un rincón donde hacer sus tareas. Pero si no dispones de una habitación para dedicar a tal fin, puedes crear una mini oficina integrada a la cocina.
Este espacio de estudio o de trabajo consigue fundirse con la estética de la cocina, copiando el diseño del mobiliario y respetando las dimensiones necesarias para moverse con comodidad en esta estancia.
Para lograr un espacio así, se ha extendido el mueble de cocina hacia uno de los lados de la habitación. Con piezas modulares en un acabado blanco puro, tanto en la cocina como en esta oficina que dotan el ambiente de luminosidad.
Se consigue uniformidad en la estética de este interior, gracias a la utilización de los mismos diseños de muebles. Además para prestar suficiente espacio de trabajo se han colocado unas baldas y una encimera, con un taburete que se esconde bajo la misma, y cajones que prestan más espacio de almacén.
Como fondo de este rincón se ha instalado un papel decorativo, en un tono oscuro que sectoriza el escritorio y que también está a juego con los revestimientos de la cocina. Así la decoración se viste de dos tonos neutros: blanco y negro, con el contrapunto en la calidez de la madera que acompaña el conjunto.
A este pequeño, y al mismo tiempo cómodo, espacio de estudio o de trabajo en la cocina, se le ha provisto de una iluminación puntual, discreta y con luminarias semejantes a los apliques utilizados en el resto de la estancia.
Comedor, cocina y mini oficina consiguen convivir en el mismo interior, dado que con una correcta planificación se puede conseguir que los distintos ambientes resulten funcionales y agradables.
Fotos Decoracion: stadshem