Es sumamente amplio este espacio donde cocina y comedor integrados y en armonía, encuentran la perfecta luz natural y unas deliciosas vistas, es un interior en el que la arquitectura es protagonista y la decoración acompaña con sencillez.
Perfecta uniformidad visual es la que se consigue con un pavimento continuo, en este caso de hormigón o cemento pulido, se convierte en una superficie de aspecto depurado, sobrio e ideal para ambientar espacios con un sello actual.
El techo, otra de las grandes superficies que se destaca en un ambiente, aquí sigue las líneas estéticas del suelo, pues se ha utilizado el mismo material: el hormigón. Esta estancia es una caja de líneas puras y simples, con armonía de texturas y acabados, tonos neutros y mucha luminosidad.
Es un interior donde predomina el carácter moderno del diseño, con amplios ventanales que regalan unas encantadoras vistas del verdor del exterior. Mientras se cocinan los alimentos, se lavan los trastos, se ordenan los utensilios, o mientras se disfrutan de las comidas diarias, es posible apreciar la frescura y la naturaleza del jardín.
Las ventanas merecen una especial mención, con una carpintería de estética discreta y elegante, prescindiendo de detalles como cuarterones y hasta incluso persianas o cortinas, regalan una fluida conexión entre el interior y el exterior. Solo unos estantes de madera recorren los cristales, y ofrecen un toque decorativo a la vez que práctico a la cocina.
La distribución en “L” de los frentes de la cocina se presenta como una alternativa cómoda para un área preponderantemente de trabajo, y que a la vez permite disfrutar de la luz natural que se cuela por las ventanas.
La zona de estar se encuentra integrada en la misma estancia, y para ella se escogieron muebles de comedor blancos y simples, conformando un conjunto austero, delicado y atemporal.
Foto Decoracion: laostudio